Sánchez fulmina a sus lugartenientes López y Cerdán de la dirección de la campaña
A 31 días para que comience oficialmente la campaña electoral del 23 de julio Pedro Sánchez no tiene quien quiera dirigir su camino hacia las urnas. Desde el pasado lunes, cuando decidió adelantar los comicios, el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno se ha puesto en contacto con varios expertos, tanto de dentro del partido como de fuera, de cara a encontrar un perfil potente que le ayude a revertir los sondeos. Pero sin éxito. Nadie quiere unir su suerte a la de Sánchez.
El presidente no quiere que en esta ocasión decidan, estratégicamente, ni su jefe de gabinete, Óscar López, ni el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. El número 3 del partido y el secretario de Acción Electoral, Javier Izquierdo, al que en esta ocasión obligan a ceder su puesto en las listas del Congreso por Valladolid al derrotado alcalde pucelano, Óscar Puente, dirigieron la pasada campaña con aportaciones monclovitas de López.
Todo el mundo les responsabiliza de la «¡campaña de mierda!» del 28M, como el propio Sánchez la definió en privado. Tradicionalmente, por ejemplo, con el tándem Iván Redondo-José Luis Ábalos, estas dos figuras del partido han sido las encargadas de dirigir la campaña. El jefe del Ejecutivo sólo le volvería a encargar dicha tarea a López, Cerdán e Izquierdo «si no queda otra opción». Los tres, pero principalmente, Cerdán e Izquierdo, han perdido el crédito que tenían. El presidente ya no confía en ellos.
En el partido también opinan que «aunque fuera por imagen, debería cambiar» a los responsables del fracaso electoral. Ya acumulan tres: el de Castilla y León, el de Andalucía y la debacle del pasado domingo. En conversación con OKDIARIO, uno de los hombres que ha actuado como estratega de Sánchez durante un tiempo y que ha dirigido alguna campaña, apunta la necesidad de que «hace falta un revulsivo». Un golpe de efecto que, al no depender exclusivamente de él, en esta ocasión le está costando ejecutar al presidente del Gobierno.
Varios noes
Por ahora, según ha confirmado él mismo, el hombre que Ferraz fichó para la campaña de las municipales y autonómicas, Aleix Sanmartín, seguirá vinculado al PSOE. Pero fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo explican a este periódico que se busca a alguien más «que aporte algo nuevo y revolucionario». Ha habido más llamadas con la petición de SOS para salvar al PSOE y a su figura. Pero le está costando dar con la tecla acertada.
Además de Sanmartín, explican, el secretario general socialista tiene en su lista de objetivos externos al presidente del Ateneo de Madrid, Luis Arroyo, que antes de empezar la campaña de las municipales dimitió como director de estrategia de la fracasada alcaldable de Madrid, Reyes Maroto. Hay quienes, aunque parezca una idea estrambótica, no descartan la vuelta de Iván Redondo. «Hacían muy buen equipo y si Sánchez le hace ver que realmente le necesita, la vanidad de Iván le hará decir que sí», explican en Ferraz.
En todo caso, explican esas mismas fuentes, estos profesionales externos no estarían en el día a día de la campaña, en el núcleo duro de la toma de decisiones. Sus funciones «se limitarían a lanzar ideas» que, en este camino hacia el 23 de julio, prevé analizar y valorar personalmente el propio candidato. Algo así como lo que ocurrió en las elecciones andaluzas del pasado año cuando Juan Espadas estuvo al frente de un equipo de campaña colegiado al no quererse poner nadie a los mandos y por una desconfianza que está replicando ahora Sánchez.